Hay pocos destellos de esperanza en el panorama actual de la seguridad. Las guerras, los conflictos armados, los golpes de Estado — y el costo asociado a vidas humanas — dominan los titulares. Las necesidades humanitarias se están disparando. La competencia geopolítica está aumentando. Un conjunto de crisis ambientales en espiral, desde el cambio climático hasta la pérdida de biodiversidad, está desestabilizando el mundo natural del que depende la vida humana, señala el diagnóstico que se presentará para debate en el mencionado Foro.
En este contexto,agrega, la diplomacia se tambalea. La capacidad del sistema de las Naciones Unidas para gestionar y contener los conflictos y consolidar la paz parece cada vez más incierta. Las cuestiones no resueltas de la justicia global, la equidad y el doble rasero están abriendo una brecha entre el Norte Global y el Sur Global. A medida que el sistema global se fragmenta, surgen nuevas alianzas y esferas de influencia.
Se intenta en este complejo contexto que el Foro de Estocolmo sobre la Paz y el Desarrollo de 2024 analice cómo se puede enfrentar estos desafíos.Así mismo se debatirán formas de abordar la creciente desconfianza entre el Norte y el Sur Global y entre los ciudadanos y sus representantes políticos y cómo los esfuerzos multilaterales, como la Cumbre del Futuro, podrían fortalecer los acuerdos internacionales para la paz y la seguridad.
Además el Foro debatirá sobre ¿Cómo es la prevención de conflictos en el mundo actual? ¿Qué concesiones hay que hacer frente a prioridades que compiten entre sí? ¿Cómo pueden las organizaciones seguir involucrando y motivando a las personas en un sistema que a menudo se siente cerca del punto de ruptura?